Como ya
comentaba en el anterior post, el objetivo más usado en deportes es el
teleobjetivo, de 300mm en adelante. Lo ideal sería usar una lente fija, pero
volvemos a encontrarnos con uno de los principales escollos de siempre, su
precio.
Por eso
resulta muy habitual ver a mucha gente cubrir eventos deportivos de cualquier
índole (salvo los profesionales, por razones obvias) con teleobjetivos zoom. La
ventaja de estos objetivos es que podemos hacer fotos muy centradas en la
acción, y sin necesidad de cambiarlo, hacer otras más panorámicas que sitúen al
espectador en el lugar donde ésta se desarrolla.
Y es que la
fotografía deportiva debe ser muy descriptiva. Y según la utilidad que se le
vaya a dar, debe ser capaz de transmitir sensaciones.
No es lo mismo una foto
para ilustrar el resumen de la jornada futbolística en un periódico (en la que
habitualmente vemos la acción congelada) que fotos de corte más publicitario
para, por ejemplo, una competición de motor, o una estación de esquí. Estas
últimas deben transmitir velocidad, vértigo, rapidez. Algo que atraiga a quien
las vea y termine pensando “eso es lo que
quiero sentir”.
Tanto si lo
que queremos conseguir es una u otra cosa, lo fundamental es manejar las velocidades.
Y no solo de los deportes que fotografiemos, si no de nuestro equipo. Pongamos
como ejemplo que vamos a hacer las fotos con un teleobjetivo de 300mm. Hay una
regla (no escrita) que nos aconseja que, a la hora de congelar un sujeto, la
velocidad debe ser, como mínimo, la misma que la distancia focal que estemos
usando. Esto es, si vamos a usar un tele a su máxima distancia (300mm) nuestra
velocidad debe ser de 1/320 o superior. Evidentemente, cuanto más alta sea la
velocidad, más fácil será congelar la acción. Pero ¡ojo! En este punto debemos
volver a pensar en la luminosidad de nuestro objetivo y el valor ISO que
estemos usando. En exteriores y en días soleados no tendremos problemas, pero
si las fotos las queremos sacar en un pabellón cubierto, la cosa cambia… Veamos
un ejemplo.
En esta
foto, la velocidad usada es inferior a la distancia focal (la velocidad es
1/125 y está hecha con el objetivo en 210mm), una ISO de 3200 y una apertura de
f4.8 (el máximo para el objetivo que usé). Como podéis comprobar, TODO en la
foto está ligeramente (o quizá no tan ligeramente) movido. Y es que una
velocidad alta no solo ayuda a congelar el movimiento, también ayuda a
contrarrestar la trepidación de la máquina debida al peso del
teleobjetivo-según la marca y el modelo, pueden llegar a ser realmente
pesados-ya que en este tipo de deportes se hace del todo imposible el uso de un
trípode.
La
trepidación es algo que notaréis sobre todo cuando más “abuséis” del zoom. Con
esas distancias focales la profundidad de campo es realmente pequeña, con lo
que cualquier mínimo movimiento, por imperceptible que os pueda resultar, se
convierte en un auténtico desastre.
En esta foto
quedará un poco más claro lo que quiero decir. Está hecha con una velocidad de
1/160 (ligeramente superior a la anterior) pero, a diferencia del otro ejemplo,
aquí la distancia focal usada es de 140mm, INFERIOR por tanto a la velocidad.
Al estar disparada con un F5 y con esa distancia, la profundidad de campo es
muchísimo mayor, lo que hace mucho más fácil que esas trepidaciones nos
arruinen la foto.
Pero si lo
que queréis es darle “vida” a la foto y que muestre movimiento y velocidad, es
imprescindible que practiquéis el barrido, también conocido como “panning”.Debo
reconocer que no es una técnica sencilla, hay que practicarla mucho, pero una
vez se consigue los resultados son sencillamente geniales.
Mi consejo,
si queréis aprender, es que comencéis disparando a objetos que se muevan rápido
y en perpendicular a vuestra posición. Para eso, nada mejor que un coche a
mucha velocidad. Sería genial poder entrar en un circuito y practicar allí,
pero una autopista o una calle muy transitada os valdrán perfectamente.
Si alguno ha
jugado al golf, la técnica empleada es similar al movimiento con el que se hace
el swing: En el caso de seguir a un coche, hay que enfocarle desde el momento
que le veamos aparecer, seguirle a través del visor, disparar cuando esté en el
lugar que consideramos idóneo y, una vez hecho el disparo, acompañar su
movimiento con la cámara, como si hiciésemos una foto panorámica. Esto último
es muy importante, porque si cortamos el movimiento nada más realizar el
disparo, la foto nos quedará movida.
Otras dos
consideraciones a tener en cuenta son la velocidad (para algo tan rápido como
un coche bastará con una velocidad de 1/250) y que hay que disparar en manual,
ya que si dejamos el enfoque en automático corremos el riesgo de que la cámara
varíe los puntos de enfoque durante el seguimiento y en el momento del disparo
no enfoque bien, o haya enfocado un elemento del fondo.
Estas dos fotos están hechas en la misma carrera, bajo las mismas condiciones. En la primera podéis comprobar el efecto del "panning". He enfocado al coche desde la recta de meta, varios metros antes de que tomase la curva, y en el momento de entrar en ésta he disparado, acompañando luego su trayectoria para dejar el fondo movido y conseguir esa sensación de velocidad. En la segunda, el vehículo está en la misma curva, entrando con la misma velocidad que el de la foto anterior, pero como he usado una velocidad muy alta y no he hecho el "swing", parece que está casi parado. Si os fijáis en las ruedas de los dos coches, comprobaréis que las del segundo vehículo aparecen totalmente estáticas, mientras que en la primera el movimiento de los radios es evidente.
La
fotografía de deportes, como todas las vertientes fotográficas, está siempre
abierta a “experimentos” y puntos de vista diferentes. No todo tiene que ser
fotos generales, en las que mostremos lo que pasa en un campo, un pabellón o un
circuito. Sed originales, cambiad los puntos de vista. Combinad con otras
disciplinas fotográficas, la que más os guste. Nada atrae más la atención que
lo inesperado. Si estáis haciendo fotos a vuestro sobrino jugando un partido de
fútbol el domingo, “olvidaros” de él por un momento y buscad un retrato de
algún chaval que vive intensamente el partido desde el banquillo. Haced un
macro de un balón, o de una parte del campo. Buscad un reflejo en los
alrededores y contad la acción a través de él.
Por seguir
con ejemplos de mis fotos, he aumentado mi equipo con un objetivo ojo de pez.
No es un objetivo con el que hacer un reportaje entero, pero en algunos
momentos da mucho juego, sobre todo en deportes de acción: Aquí os dejo algunas
muestras.
Pero , si de
verdad queréis ver grandes fotos de grandes profesionales, os dejo unos enlaces
de algunos maestros en esto del deporte, como son
Lo explicas muy claro, Gracias! Lo pondré a prueba
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