viernes, 6 de julio de 2012

Fotos icónicas: Robert Doisneau.


Hoy nos acercamos al autor de la foto de uno de los besos más icónicos del siglo XX: Robert Doisneau.



Nació en Gentilly, cerca de  París, el  14 de abril de 1912. A los catorce años comienza a formarse como grabador litográfico. En 1929 comienza a interesarse por la fotografía y a tomar sus primeras imágenes, de una manera totalmente autodidacta. Sus conocimientos y su interés le llevaron a trabajar en un estudio fotográfico del que, a la larga, compraría al fallecer su dueño.


Sus conocimientos como grabador le llevaron más tarde a trabajar con el artista André Vigneau, quien le introduce en la fotografía como expresión artística. Un año más tarde compra su primera cámara fotográfica, una Rolliflex y comienza a retratar las calles de París.
 En palabras del propio Doisneau “En aquella época, nadie conocía a nadie. No había revistas que difundieran la obra de los fotógrafos más interesantes. Por eso la única persona que me influyó fue Vigneau. Era formidable: escultor, pintor, fotógrafo".  También en esas fechas conoció la obra de Man Ray
Los comienzos profesionales de Doisneau se dan como fotógrafo industrial y de publicidad. El 25 de septiembre de 1932 vende su primer reportaje, sobre un mercado de segunda mano, en L'Excelsior y dos años más tarde, tras pasar el servicio militar, se incorpora como fotógrafo industrial en, donde conoce al fundador de la agencia Rapho, Charles Rado, y de la que fue despedido por sus reiteradas ausencias.  "Desobedecer me parecía una función vital y no me privé de hacerlo" diría en más de una ocasión al ser preguntado por esa época de su vida.
Poco después estalla la guerra. Son años difíciles en los que Doisneau sobrevive como puede, pero la liberación de París le devuelve las fuerzas y sus fotos optimistas y populares le valen entrar a trabajar para la agencia ADEP y trabaja junto con Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, reflejando la alegría y la jovialidad de la ciudad de París tras la desgracia. Desde 1945 colabora con Le Point y se integra de por vida en la agencia Rapho, para la que trabajará durante cerca de 50 años.  , retratando, entre otros, a Pablo Picasso. Todo su trabajo, fuera de los encomendados, siguió centrándose en la vida pública y situando a sus personajes en un ámbito cotidiano "Mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea".

Con Robert Giraud se abre a la vida nocturna de la capital: jazz, cafés y el arte alternativo. Recorre Montparnasse y Saint-Germain-des-Prés donde se encontrará con Jean Paul Sartre, Albert Camus yJean Cocteau entre otros.

En 1950, Doisneau buscaba material para cumplir con un encargo de la revista estadounidense America´s Life, interesada en los enamorados de París. De ahí saldrá la serie Besos y su obra más significativa: El beso. La fotografía muestra de forma misteriosa una pareja besándose frente al ayuntamiento de París.
Muchos pensaron que era una fotografía espontánea que el autor había tomado en las calles parisinas. Sin embargo, años después se supo que la pareja estaba formada por los estudiantes de arte dramático, Françoise Bornet y Jacques Carteaud de los Cursos Simon. El artista que les haría anónimamente famosos les descubrió en un café parisiense y ambos aceptaron posar delante de su objetivo dándose un apasionado beso en mitad del tumulto de la ciudad. La foto se convirtió en un icono reconocido en todo el planeta. El trabajo recorrería toda Francia y Estados Unidos con gran éxito, y le abriría las puertas en el extranjero. En 1951 expone en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Es un beso que simbolizó una multitud de cosas: el amor, París como ciudad romántica y representó una época de exaltación del sentimiento. También se convirtió en objeto que aportó jugosas ganancias: aún hoy el famoso beso vende cientos de miles de copias anuales.

Robert Doisneau Muere en París el 1 de Abril de 1994 y tras de sí deja premios y galardones, tales como el Premio Kodak (1947) y el premio Niepce (1956).











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