Hoy nos acercamos al autor de la foto de uno de los besos
más icónicos del siglo XX: Robert Doisneau.
Nació en Gentilly, cerca de París, el 14 de
abril de 1912. A los
catorce años comienza a formarse como grabador litográfico. En 1929 comienza a
interesarse por la fotografía y a tomar sus primeras imágenes, de una manera
totalmente autodidacta. Sus conocimientos y su interés le llevaron a trabajar
en un estudio fotográfico del que, a la larga, compraría al fallecer su dueño.
Sus conocimientos como grabador le llevaron más tarde a
trabajar con el artista André Vigneau, quien le introduce en la fotografía como
expresión artística. Un año más tarde compra su primera cámara
fotográfica, una Rolliflex y comienza a retratar las calles de París.
En palabras del propio
Doisneau “En aquella
época, nadie conocía a nadie. No había revistas que difundieran la obra de los
fotógrafos más interesantes. Por eso la única persona que me influyó fue Vigneau. Era formidable: escultor, pintor,
fotógrafo". También en esas fechas conoció la obra de
Man Ray
Los comienzos profesionales de Doisneau se dan como fotógrafo
industrial y de publicidad. El 25 de septiembre de 1932 vende su primer
reportaje, sobre un mercado de segunda mano, en L'Excelsior y dos años más
tarde, tras pasar el servicio militar, se incorpora como fotógrafo industrial
en, donde conoce al fundador de la agencia Rapho, Charles Rado, y de la
que fue despedido por sus reiteradas ausencias. "Desobedecer me parecía una función
vital y no me privé de hacerlo" diría en más de una ocasión al ser
preguntado por esa época de su vida.
Poco después estalla la
guerra. Son años difíciles en los que Doisneau sobrevive como puede, pero la
liberación de París le devuelve las fuerzas y sus fotos optimistas y populares
le valen entrar a trabajar para la agencia ADEP y
trabaja junto con Henri
Cartier-Bresson y Robert Capa, reflejando la alegría y la jovialidad de la ciudad de París
tras la desgracia. Desde 1945 colabora con Le
Point y
se integra de por vida en la agencia Rapho, para la que trabajará durante cerca de 50 años. , retratando, entre otros, a Pablo Picasso. Todo su trabajo, fuera de los encomendados, siguió
centrándose en la vida pública y situando a sus personajes en un ámbito
cotidiano "Mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea".
Con Robert Giraud se abre a la vida nocturna de la capital: jazz,
cafés y el arte alternativo. Recorre Montparnasse y Saint-Germain-des-Prés donde se encontrará con Jean Paul Sartre, Albert Camus yJean Cocteau entre otros.
En 1950, Doisneau
buscaba material para cumplir con un encargo de la revista estadounidense America´s
Life, interesada en los enamorados de París. De ahí saldrá la serie Besos y su
obra más significativa: El
beso. La fotografía muestra de forma misteriosa una pareja
besándose frente al ayuntamiento de París.
Muchos pensaron que era una fotografía espontánea que el
autor había tomado en las calles parisinas. Sin embargo, años después se supo
que la pareja estaba formada por los estudiantes de arte dramático, Françoise
Bornet y Jacques
Carteaud de
los Cursos Simon. El artista que les haría anónimamente famosos les descubrió
en un café parisiense y ambos aceptaron posar delante de su objetivo dándose un
apasionado beso en mitad del tumulto de la ciudad. La foto se convirtió en un
icono reconocido en todo el planeta. El trabajo recorrería toda Francia y Estados Unidos con gran éxito, y le abriría las puertas en el
extranjero. En 1951 expone
en el Museo
de Arte Moderno de Nueva York. Es un beso que simbolizó una multitud
de cosas: el amor, París como ciudad romántica y representó una época
de exaltación del sentimiento. También se convirtió en objeto que aportó
jugosas ganancias: aún hoy el famoso beso vende cientos de miles de copias
anuales.
Robert Doisneau Muere en
París el 1 de Abril de 1994 y tras de sí deja premios y galardones, tales como
el Premio Kodak (1947) y el premio Niepce (1956).
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